ÚLTIMO DOMINGO DE OCTUBRE
Todo fue creado por Cristo, en Cristo y para Cristo En su Encíclica del 11 de diciembre de 1925 , Pío XI declara que el laicismo está directamente opuesto a los derechos de Dios y de su Cristo sobre las personas y sobre los pueblos porque esta herejía moderna rechaza reconocer la autoridad suprema del Ser Divino y de Jesús sobre ellos y que ella (la herejía) organiza la vida individual y social como si ellos no existieran. El Papa muestra como, por una consecuencia desastrosa, pero desgraciadamente demasiado lógica el mismo laicismo es la pérdida de la sociedad porque él la arruina. Esta apostasía general produce efectivamente los frutos amargos del orgullo y del egoísmo, que remplazan el amor a Dios y al prójimo. Engendra la envidia entre los individuos, el odio entre las clases y la rivalidad entre las naciones. Y estos vicios desarrollándose conducen a desgarros fraternales, a desórdenes civiles y a guerras homicidas. El laicismo he allí el enemigo, porque luego de haber